Cómo ahorrar gas en el hogar: medidas, consejos y trucos
marzo 11, 2025
El consumo energético en los hogares es muy alto durante el invierno por las bajas temperaturas, que provocan un mayor uso de los sistemas de climatización.
Si hablamos de viviendas con calefacción por gas, la factura del suministro se puede elevar bastante estos meses invernales. De ahí, la importancia de aplicar medidas que permitan reducir el gasto.
En este post, vamos a abordar cómo ahorrar gas en casa, partiendo de la explicación de qué sería lo que más contribuye a su consumo: calefacciones que funcionan por gas natural y el uso de agua caliente sanitaria en cocina y baños.
Seguidamente, dividiremos las recomendaciones para ahorrar gas en casa en dos apartados. En el primero veremos aquellas medidas y soluciones que se pueden aplicar, analizando la viabilidad de opciones como cambiar la modalidad de tarifa. Mientras que en el segundo apartado entraremos de lleno en consejos y trucos relativos a pautas ahorrativas de uso, fáciles de aplicar y que no implican renunciar al confort doméstico.
En la última parte, nos centraremos específicamente en el ahorro en calefacción, por llevarse la ‘parte del león’ en el consumo en los hogares que tienen sistemas de caldera. Y ya, acabaremos respondiendo a las preguntas más frecuentes que surgen al plantearse cómo ahorrar gas en casa.
¡Toma nota si quieres reducir tu factura de gas natural!
¿Qué es lo que más consume gas en casa?
Los principales responsables de elevar la factura del gas natural son:
- Calderas de gas, un sistema de calefacción que alimenta a los radiadores y estufas en las viviendas que lo utilizan, haciendo que el coste del suministro suba bastante en los meses invernales, por más que sea una opción menos cara que la alternativa eléctrica.
- Agua caliente sanitaria en duchas y grifos, con un consumo de gas que no sería tan estacional como las calefacciones, aunque también tiene un pico durante el invierno.
- Utilización de gas natural en cocinas, con un gasto que en este caso resultaría bastante homogéneo, sin altibajos a lo largo del año.
Estas serían las tres grandes vías de consumo de gas natural en los hogares donde se usa, ya que en muchos otros los sistemas de calefacción, como sabemos, dependen del suministro eléctrico, que también puede alimentar los calentadores de agua para ducha. Aunque en algunas viviendas se utilizan botellas de butano, tanto para cocinar como para el funcionamiento del calentador.
Este contenido va a enfocado al ahorro de gas natural, pero si te interesa reducir gastos en la factura eléctrica tienes otro post en el que explicamos cómo hacerlo.
¿Cómo disminuir el consumo de gas en casa?: Soluciones y medidas a aplicar
Para reducir el consumo de gas natural en el hogar habría que tomar medidas como las siguientes:
Instalar termostatos inteligentes
Estos dispositivos ayudan a regular la temperatura en la vivienda, para mantenerla uniforme, y que así la caldera funcione de forma más suave y continua, con menos ciclos de arranque y parada que incrementan el consumo de energía. Su precio suele variar entre los 40 y los 200 euros, y posibilitarían ahorros anuales de en torno al 8% en la factura, por lo que supondría una inversión que se amortizaría bastante pronto.
Revisar el aislamiento de la vivienda
Las viviendas mal aisladas dan lugar a fugas térmicas. Para comprobar si hay problemas de este tipo, lo ideal sería contar con un servicio profesional que realice una termografía. Si no quieres asumir ese gasto, puedes fijarte en varios indicios bastante reveladores, como notar diferencias de temperatura entre habitaciones, escuchar ruido de aire que se filtra en juntas y rendijas de ventanas u observar que se producen condensaciones de agua en los cristales.
La instalación de puertas y ventanas con mejores propiedades aislantes puede suponer una solución, si bien requiere una inversión importante que, eso sí, en algunas comunidades es subvencionable cuando existen planes Renove en vigor, por lo que tendrías que informarte si ahora mismo hay en la tuya ayudas de este tipo activas.
En cualquier caso, la Agencia Tributaria ofrece la posibilidad de deducirse en el IRPF las obras que contribuyan a mejorar la eficiencia energética de la vivienda.
Otras soluciones más simples y económicas serían usar alfombras en suelos para minimizar la sensación térmica de frío, dotar de burletes a puertas y ventanas para evitar corrientes de aire, así como colocar cortinas o persianas térmicas que reduzcan la transferencia de temperatura del exterior.
Instalar calderas y sistemas de calefacción eficientes
En las viviendas en las que la calefacción por gas no depende de un sistema que alimente a todo un edificio, cabe plantearse hasta qué punto merecería la pena sustituir la caldera o los radiadores por otros más eficientes. Algo que el bolsillo notará a la larga, tanto por el menor consumo de gas natural como por la reducción de averías, particularmente si hablamos de equipos que ya tienen cierto tiempo.
De nuevo aquí habría subvenciones para realizar esta sustitución, que variarían de una a otra comunidad. En esta publicación tienes información sobre las que se pueden solicitar en este 2025.
Usar aireadores en los grifos
La instalación de aireadores en los grifos reduce el consumo tanto de gas natural como de agua, por lo que permite ahorrar por partida doble, sin renunciar a la sensación de recibir un caudal abundante gracias a la inyección de aire en el chorro.
Además, tienen un precio económico, que iría de los 2 a los 10 euros dependiendo del modelo, con descuentos especiales si se compran por packs para ponerlos en varios grifos y dejar algunos de recambio.
Cambiar a una tarifa más económica de gas natural
Como ocurre con la factura eléctrica, en la factura del gas puede darse una notable diferencia en lo que pagan consumos idénticos, debido al distinto tipo de tarifa que aplique en cada caso.
Por lo general, a la larga se ahorra más con las tarifas reguladas o semi-reguladas TUR1 o TUR2, que adicionalmente resultan mucho más previsibles, al tener menos variaciones, lo que evita sustos y va genial también para manejar las finanzas domésticas con un presupuesto de gastos fijos.
¿Qué podemos hacer para ahorrar gas?: Pautas de consumo y trucos
A excepción del cambio de modalidad de tarifa, las medidas y soluciones que acabamos de ver requieren una inversión económica, por más que se vaya a ahorrar a la larga o exista la posibilidad de beneficiarse de ayudas en algunos casos. Sin embargo, existen una serie de pautas de uso y trucos para ahorrar en la factura que puedes aplicar sin tener que invertir ni dinero ni tiempo:
- Encender la calefacción solo cuando sea necesario, algo que reduce bastante el consumo, y es factible de hacer en gran parte de España por el clima predominante, aunque haya algunas salvedades, y también en todas las zonas puedan darse olas de frío puntuales.
- Mantener las cortinas abiertas durante el día para aprovechar el calor natural procedente de la irradiación solar. Pero no abrir las ventanas para ventilar por las mañanas y dejarlas abiertas al ir a trabajar, dado que eso hará que al llegar a casa esté como un témpano y se deba tirar más de calefacción para calentarla. Es mejor siempre realizar una ventilación controlada durante unos minutos al volver a la vivienda al final de la jornada.
- Usar el agua caliente de la manera más eficiente posible, en la cocina (donde se tiene que utilizar preferentemente agua fría), y sobre todo en el baño, lo que obliga en este último caso tanto a regularla a una temperatura adecuada en el calentador como a reducir el tiempo de la ducha.
¿Qué hacer para gastar poco gas en la calefacción?: Recomendaciones y trucos
Pese a que ya hayamos ofrecido algunos consejos para ahorrar calefacción en el apartado anterior, brindamos algunos más adicionales dada la importancia que tiene en el consumo de gas natural.
- Usar ropa de abrigo en casa antes de subir la temperatura, evitando sobre todo dejar las calefacciones puestas la noche entera. Si es posible, resulta preferible dormir abrigados con varias mantas para poder obtener un ahorro significativo.
- Mantener los radiadores libres de elementos cercanos que bloqueen el calor. Por la sencilla razón de que si se colocan muebles, revisteros o cualquier cosa que haga de pantalla el calor se propagará de manera ineficiente, al impedir que se distribuya correctamente por la habitación al completo. Esto obligará al sistema de calefacción a trabajar más tiempo y a mayor potencia para alcanzar la temperatura deseada, con el consiguiente derroche energético.
- Purgar los radiadores regularmente para mejorar su rendimiento. Un procedimiento sencillo que consiste en eliminar el aire acumulado en su interior para mejorar su eficiencia y asegurar una distribución uniforme del calor. Para saber el modo de hacerlo, aquí tienes un video de YouTube, que te explica muy fácilmente cómo es este proceso que contribuye mucho a ahorrar energía, ya se trate de gas natural o electricidad.
- Cerrar habitaciones no utilizadas, algo de gran ayuda para ahorrar calefacción porque evita la pérdida de calor en zonas donde no es necesario, permitiendo que la energía se concentre en los espacios habitados, y reduciendo por tanto el trabajo del sistema de calefacción.
Esperamos que te haya sido muy útil este post sobre cómo ahorrar gas. En nuestro blog pueden encontrar más publicaciones para reducir el gasto en casa, tanto en electricidad como en agua, que son otras facturas de suministros de la vivienda que se llevan un buen pico del presupuesto personal o familiar. Además, tenemos igualmente un contenido enfocado al ahorro doméstico general que puede ser de tu interés.
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Preguntas frecuentes
Para reducir el consumo de gas natural en casa será clave:
·Controlar el uso de la calefacción aplicando pautas ahorrativas.
·Utilizar termostatos inteligentes que mantengan una temperatura uniforme.
·Aislar bien puertas y ventanas para evitar fugas de calor.
·No desperdiciar agua caliente sanitaria ni en la cocina ni en los baños.
Mantener la calefacción entre 18-21°C es suficiente para el confort térmico, y además permite ahorrar en la factura del gas, particularmente si hablamos de la parte más baja de la horquilla sugerida de temperaturas.
El ahorro de gas con un termostato inteligente puede variar según el uso que se le dé y las condiciones de la vivienda, pero, en general, se estima que puede reducir el consumo de calefacción entre un 8 y un 10%.
El gas natural suele ser más económico, y posibilita la utilización de sistemas de calefacción más potentes como calderas y radiadores. Aunque requiere la instalación de caldera, lo que aumenta la inversión inicial. La electricidad, en cambio, no la precisa, si bien el consumo puede salir más caro, especialmente con radiadores eléctricos.
Algunas opciones serían usar burletes en puertas y ventanas para evitar corrientes de aire, colocar cortinas o persianas térmicas para reducir la transferencia de temperatura del exterior, así como poner alfombras en suelos para minimizar la sensación térmica de frío.