¿A qué edad ya no se puede obtener un préstamo? Guía para mayores de 70 años

Muchas personas mayores llegan a los 70, 75 o incluso 80 años con buena salud financiera, ingresos estables (normalmente a través de una pensión) y con necesidades puntuales de financiación. Sin embargo, al intentar solicitar un préstamo personal, se encuentran con un obstáculo: la edad. Esto plantea una pregunta que, aunque incómoda, es muy frecuente: ¿a qué edad ya no se puede obtener un préstamo?

Contrario a lo que muchos creen, no existe una única respuesta, ya que los límites de edad no están regulados por ley, sino que varían según cada entidad financiera. Lo que sí es claro es que, a partir de cierto rango de edad, conseguir financiación puede ser más difícil… pero no imposible.

En este artículo analizamos en profundidad los criterios de edad en los préstamos personales, qué opciones existen para mayores de 70 años, cómo influye la pensión en la aprobación de un crédito, y qué alternativas reales tienen los jubilados y pensionistas para conseguir financiación sin avales ni trámites complejos.

También exploraremos las soluciones específicas que ofrece Avafin, como sus préstamos personales rápidos, pensados para personas mayores que necesitan dinero sin complicaciones y con requisitos realistas.

¿A qué edad ya no se puede obtener un préstamo?

La regla de los 75 años al vencimiento

Una de las reglas más habituales que aplican los bancos tradicionales es la llamada regla de los 75 años al vencimiento. Esto significa que la edad del solicitante más el plazo de devolución del préstamo no debe superar los 75 años.

Por ejemplo:

  • Si tienes 68 años y solicitas un préstamo a 5 años, llegarás a los 73 al vencimiento → Posible.
  • Si tienes 72 años y solicitas el mismo plazo → Rechazado en muchos bancos.

Esta limitación no tiene base legal, pero responde a criterios de riesgo actuarial utilizados por las entidades financieras. Desde su punto de vista, a mayor edad, mayor es el riesgo de impago por motivos de salud, dependencia o fallecimiento. Por eso muchas entidades directamente no conceden préstamos para mayores de 70 años o los restringen a plazos muy cortos.

El factor riesgo: incertidumbre y garantía

La edad avanzada no es, en sí misma, un impedimento legal para solicitar financiación. El problema es que muchas entidades la asocian con un aumento del riesgo. Entre los factores que más preocupan a los bancos están:

  • Menor esperanza de vida.
  • Posibles enfermedades o dependencia.
  • Dificultad para obtener garantías adicionales.
  • Imposibilidad de contratar seguros de vida.
  • Incertidumbre en la continuidad de los ingresos.

Por eso, a partir de cierta edad, muchos bancos solo otorgan préstamos si se presenta un avalista joven, si se contrata un seguro adicional o si la persona tiene una vivienda libre de cargas que pueda usarse como garantía.

Esto deja fuera a muchos jubilados que, aunque tienen pensiones estables y buena solvencia, no cumplen con los requisitos tradicionales. De ahí la importancia de buscar alternativas más flexibles, como las que ofrecen plataformas financieras no bancarias.

Préstamos para personas mayores de 70 años: la importancia de la pensión

Ingresos estables vs. edad

Uno de los argumentos más sólidos a favor de conceder préstamos a personas mayores de 70 años es que los ingresos por pensión son estables y recurrentes. A diferencia de los ingresos laborales, que pueden variar o desaparecer, las pensiones suelen mantenerse en el tiempo, especialmente si son contributivas y garantizadas por el Estado.

Este ingreso fijo mensual permite a muchos pensionistas tener una situación económica más previsible que la de personas jóvenes, lo que los hace perfectamente capaces de asumir cuotas de préstamos personales si se ajustan a su capacidad real de pago.

Por eso, cada vez más entidades especialmente las fintech priorizan la solvencia actual frente a la edad cronológica del solicitante. En lugar de aplicar una regla arbitraria de edad, analizan los ingresos, los gastos y el comportamiento financiero del cliente.

El seguro de vida y el aval como refuerzo

En algunos casos, para poder acceder a un préstamo siendo mayor, se exige contratar un seguro de vida vinculado al préstamo, que cubra el saldo pendiente en caso de fallecimiento. Este seguro suele ser obligatorio si se supera cierta edad, aunque su coste puede ser elevado.

Otra opción que se pide con frecuencia es incorporar un avalista joven, generalmente un hijo o familiar que se comprometa a responder si el titular no puede hacerlo. Sin embargo, no todas las personas mayores tienen a quién recurrir para esta garantía, lo que puede limitar mucho sus opciones.

Por este motivo, cada vez más personas buscan préstamos para mayores de 76 años sin aval, donde se evalúa solo al titular y no se exige respaldo externo.

Préstamos para mayores de 76 años sin aval

Aunque no son tan comunes, sí existen préstamos diseñados específicamente para mayores de 76 años sin necesidad de aval. Este tipo de financiación se basa en un análisis más flexible del perfil del solicitante, priorizando factores como:

  • Ingreso mensual por pensión.
  • Nivel de endeudamiento actual.
  • Historial crediticio reciente.
  • Capacidad de devolución a corto plazo.

La clave está en adaptar el importe y el plazo del préstamo a la realidad del cliente. Por ejemplo, en lugar de ofrecer 10.000 € a 5 años, se puede optar por 1.000 € a 6 meses, lo cual reduce el riesgo y permite acceder a financiación sin garantías adicionales.

Este modelo, más realista y centrado en el corto plazo, es ideal para personas que necesitan cubrir un gasto puntual, una reparación doméstica, una ayuda familiar o una emergencia médica.

Además, si el solicitante no está en ASNEF y presenta un comportamiento financiero responsable, puede obtener mejores condiciones. En casos de inclusión en ficheros, hay entidades como Avafin que ofrecen soluciones adaptadas.

Préstamos de Avafin: la solución rápida para la edad avanzada

Prioridad a la solvencia actual, no al plazo largo

En Avafin entendemos que la edad no debería ser una barrera para acceder a financiación, especialmente si la persona mantiene una situación económica estable. Por eso, nuestros préstamos personales se adaptan a pensionistas y jubilados, sin necesidad de avales ni garantías complejas.

Evaluamos la capacidad de pago en función de:

  • Ingresos reales.
  • Estabilidad mensual.
  • Ratio entre ingresos y gastos.
  • Comportamiento crediticio reciente.

Si bien no ofrecemos financiación a muy largo plazo, sí brindamos soluciones rápidas, prácticas y adaptadas a la realidad de cada cliente. Si tienes más de 70, 75 o incluso 80 años y necesitas financiación puntual, puedes solicitar desde 1.000 euros sin complicaciones.

Requisitos simples: préstamos para pensionistas sin tanta burocracia

Solicitar un préstamo con Avafin es un proceso 100 % online, ágil y sin papeleo innecesario. No pedimos aval, no exigimos seguros obligatorios y no penalizamos por edad.

Solo necesitas:

  • DNI o NIE válido.
  • Cuenta bancaria a tu nombre.
  • Justificante de ingresos (por ejemplo, la pensión).
  • Teléfono y correo electrónico de contacto.

En cuestión de minutos puedes saber si tu préstamo ha sido aprobado, y recibir el dinero el mismo día, dependiendo de la hora y tu entidad bancaria.

Preguntas frecuentes sobre el límite de edad

¿Cuál es el límite de edad para pedir un préstamo?

No existe un límite de edad legal, pero muchas entidades establecen un máximo de 75 o 80 años al vencimiento del préstamo. Sin embargo, en plataformas como Avafin, lo que importa es tu capacidad actual de pago, no tu edad.

¿Puedo obtener un préstamo si tengo más de 70 años?

Sí, es posible obtener préstamos para personas mayores de 70 años, especialmente si cuentas con ingresos estables (como una pensión) y no tienes un nivel de endeudamiento elevado. Algunos bancos son más restrictivos, pero existen opciones específicas para jubilados.

¿Cuál es el máximo de años para pagar un préstamo personal?

Depende de la entidad y del perfil del solicitante. En general, los plazos van de 6 a 84 meses (7 años), pero si el solicitante es mayor, el plazo suele ser más corto. Lo más importante es que el plazo no supere el límite de edad fijado por la entidad al vencimiento del préstamo.

La edad puede ser un factor a considerar al solicitar un préstamo, pero no es un impedimento definitivo. Hoy en día, muchas entidades están dejando atrás los modelos tradicionales y ofrecen soluciones más inclusivas, donde lo que importa no es cuántos años tienes, sino si puedes pagar lo que solicitas.

Si eres pensionista, jubilado o mayor de 70 años, y necesitas financiación para cubrir un gasto puntual, recuerda que existen opciones reales y accesibles, como los préstamos personales de Avafin. Sin aval, sin letra pequeña, y con un proceso rápido que se adapta a tu ritmo.

No importa si tienes más de 70. Lo que importa es que sigas teniendo derecho a soluciones financieras claras y respetuosas con tu situación personal.

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