Cómo saber si es oro: comprobaciones a tu alcance
octubre 2, 2025
Saber si lo que tenemos entre manos es realmente oro importa bastante, pues determina el valor económico de la pieza, y que no se trate de bisutería o de un simple trozo de metal.
Para averiguar que es oro habría varias vías, desde hacer un examen en busca de señales que acrediten su autenticidad, hasta probar con distintos métodos caseros que sirven para descartar que lo sea.
En el supuesto de que todos los indicios recabados lleven a pensar que es oro, convendría además un examen profesional para asegurarlo, y también obtener una tasación aproximada, sin quedarse nunca, eso sí, con una sola opinión que puede resultar interesada.
¡Te lo explicamos todo en detalle en las siguientes líneas!
¿Cómo saber si es oro examinando la pieza?
La forma más directa de averiguar si es oro es buscando en la pieza marcas y sellos que indiquen la identidad del fabricante y la pureza del metal.
Puedes encontrar estos signos grabados en lugares discretos, por ejemplo, en el interior de anillos de oro o en el cierre de pulseras, con inscripciones del tipo 18K o 24K, que hacen referencia a los quilates.
A mayor cantidad de quilates más grado de pureza y, por tanto, de valor, aunque los 24K solo suelen estar en lingotes y monedas especiales.
¿Cómo saber si es oro con métodos caseros confiables?
En caso de que no encuentres sellos o marcas en la pieza, o de que desees comprobar por tu cuenta su posible autenticidad, tienes otras vías para averiguar si es oro. Además, son comprobaciones que puedes realizar sin salir de casa.
Analiza el peso y la densidad
El oro es un metal pesado, por lo que la sensación de peso que te dé en tu mano va a suponer ya una pista. Aunque la densidad va a resultar más indicativa todavía.
Si la pieza es sólida y no hueca, sumérgela en un recipiente con agua y observa si se hunde, ya que si no flota iría en consonancia con la alta densidad del oro auténtico.
Prueba del imán
Acercando un imán potente a la pieza puedes ver si se adhiere. El oro no debería de hacerlo, dado que carece de propiedades magnéticas.
Esta comprobación sirve para descartar que sea oro, más que para identificarlo a ciencia cierta, debido a que la pieza puede ser de otros metales no magnéticos como cobre, aluminio o plata.
Prueba del fuego
El fuego te puede revelar si el oro es auténtico, aunque es un método no recomendable de aplicar si quieres que la pieza o joya quede indemne si está compuesta de otros metales.
¿Cómo saber si es oro con fuego? Muy sencillo, sujeta la pieza con una pinza y caliéntala durante aproximadamente un minuto con un mechero.
Es oro auténtico si solo se calienta, sin quemarse, fundirse o cambiar de color.
Prueba de la raya
Frota la pieza sobre una superficie cerámica sin esmaltar (el esmalte impide ver la raya). Si es oro, dejará una marca amarilla o dorada. En cambio, una marca negra o grisácea indicará que no lo es.
La señal queda en la superficie donde hayas frotado, no en la pieza, por lo que no supondrá un daño visible en el oro, salvo que frotes muchas veces o con demasiada presión, ya que el oro no deja de ser un metal blando y en tal caso podría afectarle.
Para realizar esta prueba en casa lo ideal es utilizar una baldosa o azulejo de cerámica sin esmaltar, que puedes encontrar en ferreterías o tiendas de bricolaje.
No es recomendable hacerlo sobre azulejos del baño o de la cocina que quieras conservar intactos, para evitar que quede la marca. Tampoco conviene usar vajilla o platos esmaltados, porque la capa de esmalte impediría ver la raya correctamente, al margen del daño que se le haría a este.
Prueba del limón
La acidez del limón puede servir para diferenciar el oro de otros metales menos resistentes.
Para efectuar la prueba, corta un limón fresco y exprime unas gotas en un recipiente limpio. Con ayuda de un bastoncillo de algodón o directamente con el dedo, aplica una pequeña cantidad en una zona poco visible de la pieza.
Si se trata de oro auténtico, no debería producirse ninguna reacción: el metal permanecerá sin cambios porque al no afectarle este nivel de acidez.
En cambio, aleaciones como el cobre o el latón suelen reaccionar con el limón, mostrando un oscurecimiento o pérdida de brillo. Incluso la plata puede sufrir manchas si no se limpia rápidamente. De ahí que, ante la eventualidad de que no se trate de oro, es aconsejable aclarar y secar bien la pieza después de la prueba para evitar que queden rastros.
Prueba del vinagre
Otro método casero sencillo de aplicar pero que también puede estropear piezas que no sean de oro, por más que el vinagre resulte menos ácido que el limón.
Solo habría que sumergir la pieza en vinagre blanco 15 minutos, aproximadamente. El oro auténtico no cambiará de color ni perderá su brillo, mientras que los metales chapados, falsos o de imitación alterarán su coloración y se empañarán.
Método de la pasta de dientes
Aunque parezca una prueba inocua por utilizar algo tan común como la pasta de dientes y un procedimiento muy simple como frotarla sobre la pieza, por el efecto abrasivo del dentífrico conviene aplicarlo con cuidado sobre el oro, al que, además, como metal blando, también puede afectarle el frotado que hagamos.
Para aplicar este método para saber si es oro, coloca una pequeña cantidad de pasta de dientes blanca (es importante que no tenga colorantes ni agentes blanqueadores) sobre la pieza, y frótala suavemente con el dedo o con un paño blando, nunca con un cepillo.
Si la joya es de oro auténtico, debería mantener su color y brillo tras aclararla con agua. Mientras que los metales menos nobles tenderán a oscurecerse o perder tono.
También habría otros métodos que se podrían aplicar en casa, pero implicarían el uso de agentes químicos agresivos como los ácidos presentes en ciertos productos de limpieza, por lo que preferimos obviarlos, considerando además la gran cantidad de pruebas caseras existentes.
¿Cómo saber si es oro o fantasía?: la verificación final
La aplicación sucesiva de varias de las comprobaciones que hemos referido ya supondría una acumulación suficiente de indicios para tener casi la prueba de que es oro.
Con todo, para obtener la seguridad absoluta, sería recomendable visitar una joyería de confianza, ya que los joyeros profesionales al margen de tener un ojo experto cuentan con máquinas de rayos X e instrumental para realizar pruebas precisas de densidad. Así, podrás confirmar si es oro con total seguridad y precisión.
No te recomendamos que aceptes de primeras ofertas de compra que te puedan hacer, al convenir escuchar distintas propuestas. Pero, una vez que te hayan confirmado que es oro, aunque te suponga un pequeño desembolso, sí te puede interesar bastante recurrir a un servicio de tasación profesional para orientarte sobre la valoración de la pieza, con base a aspectos clave como la cantidad de oro que contenga y los quilates de pureza.
Aquí te dejamos contenidos anteriores que publicamos con consejos tanto para empeñar joyas como vender oro.
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Preguntas frecuentes sobre la autenticidad del oro
La forma más fiable de comprobarlo es combinar varias pruebas: primero examina la pieza en busca de sellos o inscripciones como 18K o 24K, que indican quilates y pureza.
Si no los encuentras, puedes aplicar métodos caseros como las pruebas del imán, la raya en cerámica, el limón o el vinagre.
Cuantas más pruebas superen, mayor seguridad tendrás de que se trata de oro y no de bisutería. Si bien, para confirmarlo con certeza lo mejor es acudir a un joyero profesional.
El oro y la plata son metales nobles, pero se diferencian en el color, los grabados que incorporan y su reacción a ciertas pruebas.
El oro suele estar marcado con quilates (18K, 24K), mientras que la plata lleva números (como 925 o 999) que indican su pureza.
Además, el oro no se empaña fácilmente con el tiempo, mientras que la plata puede oscurecerse al reaccionar con el aire o productos ácidos.
Existen distintos métodos que puedes aplicar sin salir de casa:
-Observar si hay sellos grabados de quilates.
-Comprobar su densidad sumergiéndolo en agua.
-Acercar un imán para ver si se adhiere.
-Aplicar unas gotas de limón o vinagre para observar si cambia de color.
-Usar pasta de dientes con precaución para comprobar si mantiene el brillo.
Acerca un imán potente a la pieza. El oro no tiene propiedades magnéticas, por lo que no debería adherirse.
Si se pega al imán, puedes descartar que sea oro auténtico. Eso sí, que no se adhiera tampoco lo confirma al 100%, ya que otros metales como el cobre o el aluminio tampoco son magnéticos.
Basta con aplicar unas gotas de limón en una zona poco visible de la pieza.
El oro auténtico no debería alterarse, algo que sí ocurre con metales aleados como el cobre o el latón, que tenderán a oscurecerse o perder brillo.
Coloca una pequeña cantidad de pasta blanca sin colorantes ni blanqueadores sobre la pieza y frótala suavemente con el dedo o un paño blando.
Si es oro auténtico, mantendrá su color y brillo tras aclararlo con agua, mientras que los metales convencionales tenderán a oscurecerse.
Hay que hacerlo con cuidado, pues el dentífrico es abrasivo y el oro es un metal blando que podría dañarse, tanto por los químicos de la pasta de dientes como por una frotación excesiva.
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